inmigración y seguridad en europa tras los atentados de madrid

Abstract

Los actos terroristas de 11 de marzo de 2004 en Madrid han llevado al terrorismo radical Islámico al interior mismo de la UE. El ataque, que vino casi tres años después de los acontecimientos del 11 de septiembre en los EE.UU. y siguió a una serie de horrendas actuaciones en países en desarrollo, ha matado a 198 personas y ha transformado profunda y persistentemente la agenda de seguridad en Europa. Este artículo examina alguna de las implicaciones de la nueva agenda de seguridad para las políticas de inmigración y de integración de la UE. El trabajo destaca primero el limitado impacto que podrían tener, todas las medidas de seguridad inmediatamente implantables tales como la inclusión de datos biométricos en los documentos de viaje, sobre la inmigración y el control de fronteras. Continúa con el argumento de que, desde el contexto más amplio de la cohesión social y de la seguridad, los países europeos deben urgentemente dirigir su atención hacia el compromiso de las comunidades Islámicas con vistas a su inclusión e integración social en nuestras sociedades. En relación con su dimensión externa, la UE debe dejar claro que no está concebida como un «Club de Cristianos» y que su forma definitiva no terminará en las fronteras de la Europa Cristiana. Ello incluye abrir las negociaciones con Turquía con vistas a su inclusión como miembro, con buena fe y entrando en un diálogo constructivo con el mundo Árabe que incluya los retos que comportan las migraciones.